Somos gotas diseminadas por cualquier lugar
Tras las góndolas de un supermercado,
entre las mesas de un café,
bajo el yugo opresor de la patronal de las fábricas,
despertando siempre y viviendo
de sol a sol,
de sueño en sueño,
con mas ganas de tajar las venas de que de resistir,
con menos salud,
y menos dinero,
hay quien afirma que el primero es importante
y que el segundo viene y va
mientras en los hospitales públicos mueren pobres,
y no queda mas opción, o quizás sí
pero la mejor es suicidarse,
que de no ser lo mismo pasa a ser igual, o
incluso mejor.
Perdón por la tristeza, a estas horas solo
salen lágrimas como gotas de sal,
La angustia de saberse incompleto, y lo que es
peor de saber que nada hay que pueda
colocar la pieza al rompecabezas que me falta,
perdido hace años en algún vientre materno.
La opresión, ahogada momentáneamente en ron,
vino, whisky, tabaco da igual
ahogada en algún lado para rescatarla a la mañana
cuando todo sabe a despedida.
La ventanilla del colectivo que empaña tu
rostro,
en el que te apoyas para no perder la
cabeza,
si es que aún la llevas puesta,
y el día
que comienza y la pregunta de cuándo acabará.
Me han robado los días,
las estaciones, los fines de semana,
tu tiempo que es lo que más
me encoleriza, tu preciado tiempo de paz, de
incondicionalidad.
me han robado tu tiempo, y eso no lo perdono,
me han quitado el verso que me detiene en tu
rostro
me han quitado tu necesidad de mi,
mi necesidad de vos,
me quitaron tu compañía
hasta el jardín, mi despertar con tu aliento,
tu abertura del regalo que te deje en la cama al
despertar,
tus pasos incongruentes, tu primera obra teatral,
el ensayo al que solía
acompañarte.
Mientras me esperas dormido, y yo impaciente,
tus manos tensas soñando que me abrazas, yo
acabo de cerrar y corro desesperado
hacia vos.
Allí duermes, intacta, y yo con el
corazón desgarrado trato de mantenerme en pie,
se me aflojan las pupilas, te siento, me duermo
a tu lado,
quién osará romper este silencio hermoso?,
Quién se atreverá a cortar este lazo?,
dormimos, tú sabes bien que llegué, que ahí
estoy,
la tensión de tu pequeño cuerpito se desvanece, vacilas,
murmuras un débil
"llegaste papa",
y vuelves a los sueños, una
lágrima recae en mi rostro,
la felicidad
y la tristeza se debaten en apropiársela, me da
igual
estás a mi lado, al menos por hoy, y mañana a
volver a empezar, pero lucho
por ti,....
se que lucho por ti, y también por ellas, ellos,
aquellos pequeños.
Las venas no se cortan, el suicidio no se vuelve opción,
tus manos me aferran, me dicen
"No todo está perdido", y sonríes
mientras yo logro entender:
No todo está perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario