moldeándonos como podemos tratando de no hacer mucho ruido
de que nadie sienta nuestra presencia.
Todo se desarrolla en un instante, las luces, la ciudad
la vorágine que no cesa, el galope de los hombres presurosos,
el mar a un costado, viene y va despacito, casi prudentemente,
temiendo no encajar entre tanto martirio y voracidad.
La hierba se aploma, se hace invisible, el viento cesa.
La naturaleza acurrucada en un rincón temiendo distraer.
Las huellas que se borran rápidamente para dejar lugar a nuevas huellas por venir,
no hay tiempo para materializar nada, ni siquiera los sueños, Vamos viendo todo en diapositivas que pasan casi sin que las notemos,
Circulo vicioso, tierra en movimiento, rotación y traslación mortal.
Bocanadas de humos, suspiros, sollozos, exhalación brutal,
risas acobardadas, sonrisas tibias, miradas inconclusas, corazones azotados,
y allí el mar temiendo desentonar.....