sábado, 21 de noviembre de 2009

a 20 años de la caída del muro

Toda guerra deja interrogantes. Plantea dudas. La guerra fría dejó mucho más que simples preguntas. El mundo se partió, casi literalmente, en dos. Las ideologías se bipolarizaron.
Los enfrentamientos se volvieron cada vez más enconados. El mundo se achicaba, no había lugar para ambos.
Es casi imposible alejarse de la actualidad, y a 20 años de la caída del muro, las preguntas brotan desde la tierra misma. Qué legó todo aquel proceso?, Qué trajo consigo la desmantelación de la URSS, y el monopolio de poder de Estados Unidos?. Pero por sobre todo qué aprendimos de todo esto?. Cómo sería el mundo si el proceso hubiese ocurrido de manera inversa?. Existiría tal miseria, tanta desigualdad, tanta barbarie?.
El modelo soviético no tardó mucho en desalentar a quienes veían en él una alternativa de un mundo más justo. Pues el hombre nuevo jamás atravesó las alamedas para crear esa sociedad más justa que tanto se pregonaba. Sin embargo hoy más que nunca aquella utopía parece desvanecerse entre el consumismo, la globalización, y la matanza desmedida.
El muro se cayó, su caída abría esperanzas al mismo tiempo que hundía ilusiones.
La emergencia de Estados Unidos originaba otro mundo. Todo se volvía más vulgar, más trivial.
Ya no se hablaba mas de hermanos o camaradas sino de clientes, socios. Las fronteras se abrían para el capital, y se cerraban al paso de los hombres. El arte cambiaba de escenario, pero también cambiaba su esencia. O la perdía. Andy Warhol retrataba a Marylin, o marcas de gaseosa mientras pedía 15 minutos de fama. Y el resto se olvidaba el fauvismo, el cubismo o la abstracción.
Se dió el gran salto de ser humano a ser consumidor, El hombre perdía la capacidad de interpretarse a sí mismo, comprando libros de auto ayuda al por mayor. Enajenándose a un sistema que engranaba todo en un instante, maximizando el tiempo y el esfuerzo, cual si el mundo se articulara tras una linea de montaje. El dinero se volvió omnipotente para todos, y omnipresente para unos pocos.
Fue acaso la caída del muro al mismo tiempo el final de un hecho atroz como separar una ciudad y a sus habitantes, como el principio de un hecho atroz como abrir una época de total deshumanización?.
El fin de la guerra fría conllevo el fin del estado benefactor, las desigualdades se ampliaron, las miserias se volvieron extremas, y una gran parte de la población mundial hasta se puede decir que quedó excluida del sistema. Que curioso, deseo para muchos siempre fue romper con el sistema, y hoy miles de seres humanos viven donde ni siquiera llega el mundo.
Realmente hubiera sido diferente de haberse producido lo contrario?. ¿ Como sería el mundo, si los destinos de la Unión soviética hubieran sido más prósperos? Seguramente no estaríamos ante el reino de la paz, y la igualdad pero el camino por recorrer sería mucho menos extenso.

postmodernidad

La angustia, la necedad de sentirse libre, de encontrarse en esta maldita realidad que nos amortaja.
La insatisfacción de ver consumido un sueño efimero y falso, la asexualidad de los seres reprimidos.
la desventajas de ser uno mismo, el camino supuestamente correcto, la verdad disfrazada, la meszquindad.
el suburbio, donde se oyen las carcajadas discordantes de los dioses, que juegan con nosotros a Ulises y su destino derivandonos como péndulos de aqui para allá.
La angustia, esa neta sensación de lo perdido, el escape, la introspección , el adentrarse en un estado mental que nos subyace. la aberrante vida, que intenta confundirnos que este es el sendero.
Pero hacia dónde o hacia qué destino. Que maldita sensación que oprime más que la obligada producción, que enagena las mentes, las almas y los sueños, la cotidianeidad de lo absurdo, la ilógica vida que se planta a nuestro lado, y todo va queriendo ser , entre pastizales de esperanzas que buscan la luz, el rayo de sol, la gota de rocío, el viento. La voz humana.
Y va, como un viaje sin retorno, vertiginoso, a todo pedal, progreso, progreso, muerte, final.
Progreso, irracionalidad,, indiscriminación de supuestos, discriminación de sujetos, esta es la vida que hay.
Postmodernidad, eleción forzada de lo que es en serio la realidad, posmodernidad, endémica pobreza, endémico final.
Gritos, aullidos, llantos desesperanza, progreso que mágnifica palabra.
La agonía de seguir jugando a lo perdido, de soñar travesuras inconclusas, amores sin fronteras, infancias sin barreras.
Progreso. Hongo atómico, onda expansiva, bomberman, irracionalidad, irracionalidad, la ilógica lógica de los inoportunos oportunistas, maestros del disfraz de la sociabilidad.
Posmodernidad, posmodernidad.... posmoder....
Marcos Pascuan.