Urge mi boca de tus besos imprudentes urge la urgencia de tus dedos insurgentes, urgen mis pupilas, desarmarse en tu mirada, urgen mis primaveras enterrarse en tus entrañas. Urge el tiempo, se acomete tras de mi, empujándome, soltándome, amarrándome, de ratos revoltosos, por beberme tu destino, tus azares, Urge la vida, y en la urgencia desespero
lunes, 15 de octubre de 2012
EN QUE CALLE ESTARÁS
El rostro cansado, las manos abatidas, los parpados rendidos...
de buscarte, de salir al mundo y detenerme en cada esquina donde el eco de tu voz aun respire
de seguirte, de desmayarme en cada calle, sediento, a punto de perderte y perder la razon.
Los ojos entreabiertos, la ciudad a punto de derrumbarse, y yo buscando tu silueta,
buscando atropellarme con tus ojos en cada esquina, buscando tu rostro, tu cintura,
tus piernas, para que vuelvan a enredarme y para que vuelva a perderme en ese mar de dulce incertidumbre que soliste ser.
Para que me extravie en tu laberinto de labios incordiosos, de besos revoltosos, de cuerpos sudorosos
para embriagarme en tu rostro, para morir en tu tierra, para nacer en mis versos, para recorrerte, mil veces
para volverme vulnerable y que me hagas bien y que me hagas daño.
La ciudad se muere y yo la observo impaciente, en que calle estaras tu,
en que sueño de cualquier adolecente, en que parada de autobus, en que bar diviertiendo a muchachos que esta noche pediran que los acompañes, en que labios dormiras.
resucito por las mañanas derrotado inservible, deseando regresar relojes, volver la arena hacia arriba, tener menos años y mas dudas, menos aciertos, ,mas preguntas, y deseando mas tus labios entre los mios, y me voy cansado al trabajo, dolorido, en cada colectivo imagino tu nombre, imagino tu cuerpo tendido en mi cama, entre las sabanas, entre mis palabras temblorosas, timidas que desnudaban un te quiero, entre el sueño y la poesia, entre mi cuerpo....
Pasa el tiempo, los dias los almanaques pero mi busqueda sigue intacta, tu perfume se me adelanta varias cuadras, la acera escribe tu nombre, los arboles guain el camino, y ahi corro esperando que sea esta la vez final, aquella en la que grite tu nombre para que voltees, pero nuevamente esta noche parece que no va a ser...
El rostro cansado, las manos abatidas, los parpados rendidos...
de buscarte, de salir al mundo y detenerme en cada esquina donde el eco de tu voz aun respire
... de seguirte
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario